La célula de carga es un transductor usado para convertir una presión física en pulsos eléctricos.

Compuesta de un cuerpo metálico que actúa como receptor de presión, las células son fácilmente encontradas en diversos equipos de medición.

El cuerpo de la célula de carga es de acero al carbón o acero inoxidable. Su diseño permite que cuando flexionada por contacto, se altera la resistencia eléctrica a través del extensómetro (strain gauge) posicionado encima del cuerpo.

La galga extensiométrica (extensómetro) es una resistencia eléctrica que cambia su valor cuando sometida a un esfuerzo físico, y con base en la alteración de la resistencia, se mide la deformación.

Normalmente las células de carga tienen extensómetros en un puente Wheatstone. Aparte de su función más común en procesos de pesaje, también tienen otras aplicaciones, tales como control de procesos de clasificación, llenado y dosificación.